19 octubre 2010

LO QUE ME GUSTA DE CEREBUS

Título: CEREBUS. ALTA SOCIEDAD
Autor: DAVE SIM
Editorial: PONENT MON
Páginas: 520
PVP: 30 €

Si usted ha nacido en este planeta y es más o menos adicto a los tebeos, no hará falta que le cuente qué es Cerebus. Pero por si acaso no pertenece al anterior grupo, aquí le dejo una sucinta y exacta descripción debida a su propio creador, el canadiense Dave Sim (Hamilton, 1956): “Cerebus es una novela gráfica de 6.000 páginas que comencé con el número 1, allá por diciembre de 1977, y concluí recientemente con el número 300, marzo de 2004, serializada en forma periódica y luego reimpresa y mantenida en catálogo en 16 volúmenes recopilatorios”.
Cerebus, pronunciado sérebas, es también el nombre del protagonista de Cerebus, un antropomórfico oso hormiguero de color gris y bastante mala leche –al estilo del pato Howard de Steve Gerber, de quien toma cierta inspiración inicial–, y que tiene tendencia a vivir variopintas aventuras que a menudo escapan de lo anecdótico y se convierten en recuento de las ideas e inquietudes del propio Sim. Hay quien le perdona todo a Cerebus porque la considera una obra maestra de la historieta y quien, por el contrario, discute airadamente las polémicas opiniones del autor, sobre todo en lo que a feminismo y homosexualidad se refiere –merece la pena anotar que un porcentaje de estos últimos siguen considerándola una obra maestra a pesar de ello–.
Por mi parte, diré que del extenso tebeo de Sim admiro lo siguiente: su cualidad de pionero del mercado independiente y epítome de la autoedición, pues ha de saberse que el dibujante se montó su propio tinglado y tuvo la tenacidad de mantenerlo, mes tras mes, año tras año, al margen de grandes y pequeñas compañías. Admiro también su impetuosidad, que bien podríamos llamar ambición, así como su fidelidad a una idea: a los 23 años, en un viaje lisérgico, Sim se dijo a sí mismo que su serie alcanzaría los 300 números mensuales, ni uno más ni uno menos. Y así ha sido. Considero algo más que meritoria la experimentación formal que exuda la obra por los cuatro costados –algo que queda bien patente en este segundo volumen de la saga, Alta sociedad, con que Ponent Mon, según consejo del artista, da comienzo a la anhelada edición en castellano de Cerebus–, así como lo inagotable de su inventiva gráfica. Y me quedo embobado mirando los dibujos de Sim, especialmente a partir de su asociación con Gerhard, quien eleva exponencialmente la calidad final de la página.
Y por último, me gusta que Cerebus sea una historieta seria y paródica a un tiempo. Que Sim tenga humor, pero también la valentía de expresar sus controvertidas convicciones religiosas, filosóficas, sexuales, sociales y políticas, coincidan o no con las mías. Porque, ya ven, estoy hastiado de las medias tintas, de la zona gris y de los discursos que reman a favor de la corriente. Pienso que estos nada aportan a la discusión, y que de ellos nada se aprende.

Javier Fernández

No hay comentarios: